La frase, saca a la luz esa extraña clase de fenómeno social que invierte los valores de la amistad y corroe, de forma alarmante, el tejido moral de la nación. Es una explícita referencia a los inconvenientes resueltos tras esa especie de “necesidad mutua”.
Está claro que nadie puede negar que un amigo está para eso, para ayudarnos en tiempos de crisis o antes dolorosos y apremiantes acontecimientos. Sin embargo, esa “ayuda” supera los límites del decoro y el respeto, o afecta un número mayor de personas, la situación cambia.