Los trabajadores agrícolas en Cuba tienen un gran dilema.
Desde el mes de abril de 2021 se aprobaron en Cuba un paquete de 63 medidas para flexibilizar el sector agrario y así incentivar la producción agrícola en el país. En el mes de agosto salen a la luz otro paquete de medidas y normas jurídicas para potenciar la producción y comercialización agraria. No se logran los resultados esperados. Los trabajadores agrícolas que producen realmente la alimentación del pueblo y no pertenecen a los sectores privilegiados como el tabaco y los renglones exportadores, no logran ver los beneficios que incentiven mayor productividad.
Las medidas como; Exonerar de pago de impuestos aduanero a las entidades autorizadas a prestar el servicio de importación a formas de gestión no estatal, con alcance a los insumos y materias primas para la producción agropecuaria. Son ajenas a la mayoría de los productores.
Los productores pueden contratar de forma directa insumos agropecuarios y maquinarias agrícolas con los diferentes suministradores. AZCUBA (Grupo Empresarial Azucarero), GELMA. (Grupo Empresarial de Logística del Ministerio de la Agricultura), son dos de los principales suministradores de estos insumos. GELMA cuenta, desde septiembre del 2020 con 17 centros que comercializan en productos como: Electrodos, limas, baterías, neumáticos, piensos, fertilizantes, plaguicidas, machetes, clavos de herrar, herraduras, envases plásticos. Bandejas para huevos, sacos para carbón, botas, guantes y hasta productos de higiene.
El gran dilema de la mayoría de los trabajadores agrícolas es que la venta de esos insumos y equipamiento agrícola en Cuba es en Moneda Libremente Convertible (MLC) y los productos agrícolas que producen los comercializan en Moneda nacional.
¿Qué pasa con los que no pueden exportar y no están entre los priorizados que les pagan un plus en MLC por la producción entregada por encima del plan? ¿Cómo generar ingresos en MLC?
Ante la inexistencia de un mercado formal estable para adquirir MLC, al que los trabajadores agrarios puedan acudir, estos se verán obligados a recurrir al mercado informal para poder acceder al MLC. Se incentiva por parte del estado la ilegalidad. Otra vía es utilizar las remezas que envían familiares y amigos desde el exterior para la compra de insumos.
Pero no todo es color de rosa para los que gozan del privilegio de poder acceder a la miseria de MLC que paga el régimen. El incumplimiento del pago a los campesinos es recurrente también en MLC.
En el caso de los lácteos, el régimen estableció el pago de 15 centavos en Moneda Libremente Convertible por cada litro aportado por encima del plan contratado. Además del respectivo pago en moneda nacional. Según fuentes oficiales los productores de leche de la provincia de Las tunas no han podido cobrar ni un centavo de esa MLC por múltiples razones que van desde la falta de presupuesto, la no tenencia de cuentas y tarjetas en MLC acreditadas en banco, hasta la falta de orientación de “arriba” para efectuar el pago.
Para los productores se hace imprescindible ese pago para poder comprar los insumos requeridos que el Régimen les vende en MLC.