En la central provincia de Sancti Spiritus ha aumentado la represión y vigilancia de las autoridades sobre los cuentapropistas. Ya suman varios los reclamos que han hecho los trabajadores de este sector debido a que en el último trimestre le han suspendido la licencia a no menos de 75 trabajadores por cuenta propia de la ciudad cabecera con licencia para producir o producir y vender productos gastronómicos.
Rolando Fonseca, propietario de una cafetería en la misma ciudad de Sancti Spiritus, fue inspeccionado el pasado jueves 3 de diciembre por dos funcionarios de la Dirección Integral de Supervisión y Control del municipio, quienes le suspendieron la licencia por no presentar los papeles, facturas y otros documentos que evidenciaran la licitud de algunos de los productos.
No es secreto para nadie, al decir de Rolando, que, “debido al desabastecimiento de los mercados estatales, tanto minoristas como los mayoristas concebidos para cuentapropistas y cooperativas no agropecuarias seleccionados, la escases de productos en las tiendas recaudadoras de divisas y los precios elevados en las tiendas en MLC que se necesita para mantener a flote cualquier negocio privado, obliga a recurrir a mercados informales o a otros cuentapropistas para obtener, como mínimo, los productos para operar un negocio.